Vivir sin Premium y no morir en el intento


"¿No tienes Premium?", me pregunta la gente entre sorprendida, decepcionada y resignada. No tengo Premium. No me parece una mala inversión, al contrario. Casi toda la música a tu alcance a un precio ridículo. Sin embargo, tengo otras prioridades. ¿Y entonces como se auto-justifica uno para seguir usando la versión gratuita y no sucumbir a descargarse un .apk pirata?

Compartiréis conmigo en que vivimos en una sociedad que busca la recompensa inmediata. La paciencia está bastante poco trabajada, lo vemos en nosotros mismos, y los que nos dedicamos a la educación lo solemos ver en la gente que tratamos. En este contexto, y si tienes los medios, lo lógico sería tener una suscripción Premium: puedes pasar canciones infinitamente, eliges siempre la pista que quieres, no hay publicidad...
Bueno, pero quizás podamos tener otras prioridades u otras formas de querer invertir nuestro dinero. Porque en mi opinión Spotify es una de las mejores herramientas de esta era digital (aunque tiene sus detractores, claro), pero creo que no es tan terrible tener una cuenta gratuita. Así es como lo veo yo:
1.- Spotify, en sus distintas versiones, te permite crear las "Listas de reproducción". De esa forma, puedes restringir la música que quieres escuchar y eso te ofrece muchas ventajas respecto a la radio. Además, en el caso de un padre amigo mío, me pareció muy interesante lo que hacía con sus niños: en su cuenta de Spotify, premium, tenía las listas que cada hijo confeccionaba, en sus cuentas gratuitas, y sólo él tenía el Poder del Premium. Ellos elegían en el coche sus listas, que se iban turnando para escuchar., con las clásicas peleas familiares (similares a las del mando de la tele). Así hacían equipo, aprendían a respetar los gustos de los otros hermanos y el padre sabía qué escuchaban sus niños. SPOTIFY (premium o no) PUEDE AYUDAR A ESCUCHAR MÚSICA EN FAMILIA.
2.- La versión premium suele respetar bastante tus listas de reproducción si superan un cierto número de canciones. De todas formas, de vez en cuando te sugiere canciones o completa las mismas, y cuando lo hace elige de forma automática canciones seleccionadas por otros usuarios con unos gustos musicales parecidos.Y aquí tenemos un primer motivo por el que merece ser Freemier, de vez en cuando te llevas gratas sorpresas y TE PUEDE AYUDAR A CONOCER OTROS ARTISTAS DE LOS ESTILOS MUSICALES QUE TE GUSTAN.
3.- Antes nos hemos quejado de que la paciencia es una virtud de la que carecemos cada vez más. Pues con la modalidad gratuita podemos desarrollarla. O al menos, así me gusta intentarlo a mí. Cuando llevo a gente en el coche me gusta decir (aparte de que mi coche es un espacio de música "Libre de Reggaeton") que se puede elegir la música o emisora que sea, pero que, por favor, las canciones se escuchen hasta el final. Lo mismo con las listas de reproducción. La versión gratuita tiene varios saltos de canciones a la hora, por lo que si una canción realmente se te atraviesa, puedes saltarla -Spotify no te castiga tanto-, pero TE PUEDE AYUDAR A FOMENTAR LA PACIENCIA, escuchar las canciones hasta el final o aprender a soportar cierta incomodidad durante un rato, 3-4 minutos a lo sumo, lo que puede ayudar a crecer en madurez.
4.- Y relacionado con lo anterior, Spotify te invita A QUE SELECCIONES LO QUE REALMENTE VALORAS, o valores lo que seleccionas.
5.- A nadie se le escapa que Spotify debe vivir de la publicidad y de las promociones que realiza, nadie regala duros a pesetas, eso está claro. Pero ahí tenemos un claro ejemplo de win-win: tú tienes tu app que te permite escuchar música gratis, y ellos tienen sus ingresos que les permitirán sacar su parte del pastel. Hay va otro motivo, por tanto: ESTAS FOMENTANDO LA ECONOMIA. Las empresas invierten en publicidad, Spotify invierte en su aplicación y da trabajo a gente, y tú disfrutas de la música.
6.- Y también fomentas el "fair play" o la justicia en las relaciones ecónomicas. Claro que existen distintas formas de "piratear", "hackear" o "puentear" Spotify, pero -dejando de lado si uno considera que eso sea inmoral o no-, lo cierto es que es bastante injusto. Es lo que tiene la piratería: un tío desarrolla un programa o una aplicación, y tú pretendes disfrutarla por la cara. Con esta modalidad, NO AGRANDAS LA BOLA DE LA PIRATERIA DIGITAL y fomentas la justicia en la sociedad en que vivimos. (Ya el que los precio te parezcan adecuados o no, es otra cosa distinta, de la que también tengo mis teorías que os contaré en otra ocasión).
7.- Por último, me gustaría hacer un apunte sobre eso de la publicidad. Seguro que os sucede algo similar. A veces me entran ganas de hacerme premium sólo por dejar de escuchar los anuncios de Spotify. Los anuncios de productos, ni los miro en realidad, sólo los pulso para tener 30 minutos de música sin anuncios. Con la publicidad de Spotify puedes seguir fomentando la paciencia, pues soportas ese rato intentando no perder la calma, y puede servir incluso de ejercicio de Mindfulness.

Ya termino, no me enrollo más. Sólo cuando fueron las elecciones andaluzas me entraron ganas no ya de hacerme premium, sino de desintalar la app y bajarla pirata, o ponerle una valoración negativa en el store, cuando por mis auriculares saltó -para desagrado mío- Zuzana Díaz vendiéndome la burra con el transporte joven en Andalucía. Eso sí que me parece un atentado contra la salud de los radio oyentes, tú pones un poco de música para desconectar, y te pegan un susto similar al de la peli del Exorcista.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una desacertada revisión de Superman

Pensamientos inquietantes #7: Todavía me emociono

Biblioteca digital de Andalucía