Tercera Carta al Director - Moncloa Abbey
Acompaño la tercera Carta al Director que me publican en esta racha. Estoy un poco líado así que no dejo más comentarios.
MONCLOA ABBEY (en Diario de Jerez, 11.06.2013)
Y no podemos olvidar que así como para alcanzar la felicidad, para el logro personal, hace falta virtud, también para que los gobernantes busquen el bien común, y no uno a su medida, lo que les hace falta es virtud. Para que no se dediquen a vaciar las arcas les hace falta sobriedad y templanza, ambas virtudes. Y para adquirir virtudes, esfuerzo. Cualquier reforma, del ramo que sea, que sirva para inculcar la cultura del esfuerzo debe ser aprobada. Esperemos que esa sea la línea durante mucho tiempo.
José María Cruz
MONCLOA ABBEY (en Diario de Jerez, 11.06.2013)
España también es una añeja mansión que busca sobrevivir en tiempos tubulentos, como en la serie inglesa tan famosa. Donde lo que fue un nombre y una institución, como siempre debido a la falta de liquidez, lucha por no ser borrado de las familias, potencias en nuestro simil, con renombre.
También en ambas mansiones hay luchas intestinas para hacerse con el poder y puñaladas traperas entre las distintas facciones del servicio (o lo que debería ser el servicio, porque me parece que, en la carrera política, esta palabra está un poco escondida y cubierta de polvo, como en el verso de Bécquer…).
Y también esta mansión tiene a su propia Cora, aunque en el caso de la serie es la americana que pone los billetes por delante (el famoso braguetazo o por el patrimonio al matrimonio), y en el caso de España es la COmisión para la Reforma de la Administración, que va a intentar reducir gastos por la vía de racionalización de lo que se ha convertido en un reino de taifas.
Me parece que en la serie está bien recogido cómo son los hombres virtuosos, los "caballeros" ingleses, o los que por lo menos intentan actuar con medida, los que van sacando el chiringuito adelante. En España, quizás debido a una penosa educación, lo que nos falta precisamente es virtud.También en ambas mansiones hay luchas intestinas para hacerse con el poder y puñaladas traperas entre las distintas facciones del servicio (o lo que debería ser el servicio, porque me parece que, en la carrera política, esta palabra está un poco escondida y cubierta de polvo, como en el verso de Bécquer…).
Y también esta mansión tiene a su propia Cora, aunque en el caso de la serie es la americana que pone los billetes por delante (el famoso braguetazo o por el patrimonio al matrimonio), y en el caso de España es la COmisión para la Reforma de la Administración, que va a intentar reducir gastos por la vía de racionalización de lo que se ha convertido en un reino de taifas.
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