Tuve algo que hacer (y todavía se puede hacer más...)

Pues si lo de la #GranRecogidaDeAlimentos2019 te parece una idea genial, que lo es, puedes seguir colaborando: con este concierto a favor de @B_Alim_Sev https://cartujacenter.com/live-music/concierto-de-la-ross-a-beneficio-del-banco-de-alimentos/ , o también con las tareas de clasificación que es necesario hacer ahora en todos los bancos de España, que yo sepa, por ejemplo, @balimentos de Córdoba busca voluntarios (puedes contactar con ellos:
Por mi parte, no os he compartido mi experiencia de un año más. Hablo a nivel personal. He aprendido algunas cosas:
https://bancordoba.es/wp/
1. La genética es muy fuerte. Eso lo saben hasta los monos del Peñón. Estando en un supermercado, eché mis 8 horitas de pie, casi todo el rato estuve "abordando" gente a la entrada, repartiendo bolsas y explicando la campaña. Por la tarde tuve que hacer la compra en otro súper, y vi que cada voluntario es un mundo. Y no todos son tan proactivos.
Quizás no debería sorprenderme, pero sigo aprendiendo de mí.
Y me dí cuenta, cuando hablé con mi madre el domingo, que eso va -en parte- en los genes (¿bendición?¿maldición? No, sólo realidad). Mi madre se enteró que un supermercado de su barrio se había quedado desatendido. Uno pequeño, en verdad. Se enteró y con una amiga hicieron el sábado de 9 a 21:30 sin parar a comer. En ese día llenaron 4 bañeras. Una proeza, lo digo de buena tinta.
Y digo lo de la genética porque mi madre va todavía más allá de lo que yo pueda hacer. No sólo abordaba a la gente, sino que a las personas mayores que querían colaborar, les ayudaba en la compra. Y a los jóvenes que iban a comprar merienda (o botellona, que de todo había) les hacía ver que con 0,56€ se puede comprar 1 kg de pasta.
No sé si 4 bañeras son 4 Tm, pero, aunque fueran 400kg, es una pasada. Y más para un súper de barrio.

2. Se sigue sin poder juzgar. El tiempo te va enseñando que los juicios a primera vista son siempre temerarios. Y los que no son a primera, también. Cuando estoy de voluntario abordo a todas las personas, sean de la edad, pinta, color, etc. que sean, porque no me parece justo dejar a alguien sin la oportunidad de ayudar a los demás. Pues a veces, aunque no quieras, cuando una persona reacciona de una forma un poco fría, es natural que se te escape un juicio, negativo por lo general. Este año en dos ocasiones se me ha recordado la oportunidad de aquel "ni yo mismo me juzgo", porque en 2 ocasiones que me pareció que la persona era un poco más maleducada, luego me sorprendió ver que traían su colaboración. Y no sólo la "formal" de un kilito.
Es cierto lo que afirma Kuppers de que ser inteligente no tiene mérito, que es mejor ser amable, pero chico, no todo el mundo puede nacer en Andalucía, y de esos, los hay de Granada.
3. La gente reacciona bien cuando se le propone el bien. Sé que no es una ley universal, pero es más común de lo que nos imaginamos. Me dieron muchas veces las gracias (¡a mí!) cuando traían los alimentos por echar un día de manera altruista. No me reconozco en ese agradecimiento porque me parece lo mínimo. ¿Habéis pensado que pasaría si toda la 1/2 del planeta diera un kilo de alimentos para la otra mitad?
Por otra parte, me reitero un año más de que es una oportunidad fantástica para hacer voluntariado en familia y así contribuir a que los hijos sean "nativos solidarios". Recomiendo vivamente que, si no habéis tenido oportunidad, hagáis este plan en familia.
freepng.es

Este podría ser un #pensamientoinquietante_10, pero más bien es un #pensamientoreconfortante!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pensamientos inquietantes #7: Todavía me emociono

Una desacertada revisión de Superman

Biblioteca digital de Andalucía