Pensamientos inquietantes #5: El cojo-yo

Ayer confirmé un dato que en verano me habían discutido: yo sostenía que un cura amigo mío era de la misma edad de otro cura amigo mío. La típica discusión absurda que en la National Geographic serviría para determinar al macho alfa.
A pesar de la distancia temporal, cuando escuché que tenía razón, dentro de mi percibí que el "cojo-Yo", en terminología freudiana, crecía un par de enteros.
Hoy la humildad me ha leído la lección. Pero ha recibido otro revolcón y he escrito este post.
La verdad es que pujar por la humildad no es cosa fácil. Ni siquiera para mí. Ya me llevaré un buen palo un día de éstos. 

Fdo. Un humilde soberbio. 

P. D. Un día os hablaré del "puto-yo" que es otra de las capas de la personalidad que Freud no se atrevió a plasmar en sus obras.

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